Blogia
Psicosociales

Espejo de lo visible y lo invisible del hombre y la sociedad

Espejo de lo visible y lo invisible del hombre y la sociedad Internet, como todos los grandes inventos, ha sido también tomada por la humanidad y, toda sociedad que pretenda encaminarse hacia el desarrollo, no puede ignorar su potencial como herramienta de cambio que, sin lugar a dudas, es la de mayor impacto en la actualidad.

En este proceso de adopción o inclusión, Internet está sufriendo el embate de las virtudes y también de los más grandes defectos de la sociedad. Cada día con mayor fidelidad reproduce nuestro entorno y todo lo que está a nuestra vista. Sin embargo, pende sobre él una gran amenaza que ya se deja sentir con más fuerza. Esto es, que sus pistas están siendo invadidas por intenciones nada amistosas ni solidarias, sino que proceden del lado más negro de nuestra humanidad. Esto se multiplica diariamente aprovechando que Internet es tan potente para el bien como para el mal, para expresar solidaridad, como para la codicia y la mezquindad. Con esta herramienta la humanidad tiene la posibilidad de acceder y conocer lo que más quiere y necesita, pero también lo que más detesta, condena y pone en riesgo la vida: el crimen, el egoísmo, el terror y tantas otras lacras.

Cada vez es mayor la cantidad de virus que llegan al buzón de correo, se meten en nuestros equipos y destruyen documentos, hardware y software; asimismo, existe información que arremete en la vida del cibernauta sin permiso ni control; son los correos electrónicos no solicitados, que los especialistas llaman Spam, u otro tipo de información que viaja libremente por las líneas. Quién ha tenido una conexión a Internet, seguramente ya tuvo más de un encuentro con esta información dañina que llega sola o como inofensivo y hasta agradable mensaje de un amigo. De la noche a la mañana se ejecutan en nuestro ordenador pop up’s, páginas, banners u otros elementos que traen anuncios comerciales, o una invitación a visitar una dirección de pornografía o de cualquier cosa.

Al analizar estos correos que llegan como una solicitud, saludo, una invitación, un regalo de un amigo o conocido descubrimos que encierran la misma crueldad que nos trae una burla, una mentira, una estafa o una traición. De la misma manera que alguien irrumpe en tu domicilio sin tu autorización también irrumpen los correos que no solicitaste, los banners, o pop up’s que aparecen repentinamente ejecutándose en nuestro equipo.

Por otro lado, los llamados hackers están a la caza de oportunidades para burlar todo tipo de seguridad y meterse en una base de datos, en nuestra propia máquina y utilizar nuestros espacios para fines ajenos a los nuestros. En un apartado igualmente condenable están los sitios dedicados a la pornografía, prostitución así como fraudes diversos. Los ejemplos de esto sin innumerables.

Esta violencia que circula por las pistas cada vez más anchas de Internet se está incrementado dramáticamente. Y si seguimos así, pronto —si es que ya no lo hacemos—, estaremos gastando más dinero en protegernos de estos atentados e invasiones que en realizar trabajos productivos. Todo parece encaminarse hacia ello, pero tampoco se descarta un colapso permanente, como sucede con algunas aplicaciones o programas que son utilizados por todo el mundo.

Próximamente
La significación social y humana de la red de redes. Una ventana a lo conciente y lo inconsciente, al eros o al tanathos, a lo evidente y lo oculto...

0 comentarios