Peru: los problemas no son científicos ni técnicos, son sus POLÍTICOS
David Waisman, el Vicepresidente de la República, salió decidido a atender a algunos gremios y darles soluciones efectivas a sus problemas. ¿Qué pasó? Los gremios a quienes recibió no volvieron a salir más a las calles.
Sin embargo, los miembros de su partido, del gabinete ministerial y muchos medios de comunicación lo han ridiculizado hasta mostrarlo como un verdadero payaso. Pero, para todo aquel que se detiene a mirar más allá de lo que se muestra a simple vista, ese payaso no fue tan chistoso.
Lo que pasa es que después de tantos desastres producidos por gobernantes que jamás han aplicado una política, un programa político propiamente dicho, la desesperanza ha enraizado profundamente en nuestro cerebro que, ahora, cuando alguien comienza a hacer ese tipo de acciones es visto como un verdadero charlatán.
La realidad es sin lugar a dudas otra. Los estudios más superficiales llegan siempre a la conclusión de que los problemas del país, sí se pueden solucionar si es que se tiene una verdadera política orientada hacia ello.
Pero, en nuestro Perú, nunca, ningún partido político ha APLICADO, ninguna política, ningún programa, ni liberal ni socialdemócrata ni nada. Sólo Velasco Alvarado quiso aplicar uno, pero...
A lo largo de nuestra historia la actividad gubernamental se ha caracterizado por esa INCAPACIDAD PARA APLICAR REALMENTE PROGRAMAS POLÍTICOS. Y al no aplicar nada, han dejado todo a la suerte, lo cual ha producido el caos y la corrupción generalizada.
La acción de los gobernantes ha estado siempre centrado en defenderse de ataques de contrarios o en solucionar problemas personales, de amigos o partidarios.
Lo que ha generado el saqueo de las arcas del estado y la corrupción generalizada, puesto que sólo en defenderse y prepararse para huir ricos agotan toda su fuerza, descuidando la aplicación y seguimiento de sus programas políticos.
Demostrar esto es fácil. Cerca de 50 mil proyectos técnicos descansan en los ministerios a la espera de una decisión política para que se ejecuten. Estas instituciones se han convertido en sus depósitos. Los municipios también son almacenes de proyectos.
El alcalde o gobernante más inteligente es el que llega y acude a su oficina de proyectos, los desempolva y empieza a ejecutarlos. Muestra de ello es Castañeda Lossio, Alcalde de Lima.
Razón por la cual el problema de la miseria del país no es científico, ni técnico, ni profesional. Es enteramente político. Necesitamos políticos que, no solo tengan un programa, sino que se preocupen en aplicarlo realmente. Estamos seguros que el peor programa, aplicado de principio a fin, da resultados.
Pero, ¿los políticos que tenemos serán capaces de aplicar algún programa?. Ciertamente, NO. Puesto que estos tipos, desprovistos de escrúpulos y con el bolsillo hondo, sólo dominan el fácil arte de embaucar a personas desesperadas.
Además, lo que el político siempre hace es devolver favores, de manera que a sus amigos, a los que le han ayudado a lograr su puesto o a los que quiere pagar alguna deuda, los coloca en lugares para los que ni siquiera están calificados.
Por su parte, el funcionario llega a ocupar su cargo con un grupo de ayayeros y/o familiares. Ellos encarpetan los proyectos y rompen con la continuidad en la ejecución de algún otro, pues pretenden iniciar de cero su trabajo que, para colmo de males, no dura mucho.
Esto es la tragedia del Perú: sus POLÍTICOS, desprovistos de escrúpulos y con el bolsillo hondo, que no saben nada de política realmente. Ahora ya están en campaña otra vez. Están acudiendo a los barrios pobres a embaucar a gente desesperada.
La actuación se vuelve a repetir otra vez. Ya se los ve comer en los barrios y bailar con la gente, comidas que luego vomitan y bailes que detestan. ¡El cholo no se salva!... otra patada más, ¿importa?.
Sin embargo, los miembros de su partido, del gabinete ministerial y muchos medios de comunicación lo han ridiculizado hasta mostrarlo como un verdadero payaso. Pero, para todo aquel que se detiene a mirar más allá de lo que se muestra a simple vista, ese payaso no fue tan chistoso.
Lo que pasa es que después de tantos desastres producidos por gobernantes que jamás han aplicado una política, un programa político propiamente dicho, la desesperanza ha enraizado profundamente en nuestro cerebro que, ahora, cuando alguien comienza a hacer ese tipo de acciones es visto como un verdadero charlatán.
La realidad es sin lugar a dudas otra. Los estudios más superficiales llegan siempre a la conclusión de que los problemas del país, sí se pueden solucionar si es que se tiene una verdadera política orientada hacia ello.
Pero, en nuestro Perú, nunca, ningún partido político ha APLICADO, ninguna política, ningún programa, ni liberal ni socialdemócrata ni nada. Sólo Velasco Alvarado quiso aplicar uno, pero...
A lo largo de nuestra historia la actividad gubernamental se ha caracterizado por esa INCAPACIDAD PARA APLICAR REALMENTE PROGRAMAS POLÍTICOS. Y al no aplicar nada, han dejado todo a la suerte, lo cual ha producido el caos y la corrupción generalizada.
La acción de los gobernantes ha estado siempre centrado en defenderse de ataques de contrarios o en solucionar problemas personales, de amigos o partidarios.
Lo que ha generado el saqueo de las arcas del estado y la corrupción generalizada, puesto que sólo en defenderse y prepararse para huir ricos agotan toda su fuerza, descuidando la aplicación y seguimiento de sus programas políticos.
Demostrar esto es fácil. Cerca de 50 mil proyectos técnicos descansan en los ministerios a la espera de una decisión política para que se ejecuten. Estas instituciones se han convertido en sus depósitos. Los municipios también son almacenes de proyectos.
El alcalde o gobernante más inteligente es el que llega y acude a su oficina de proyectos, los desempolva y empieza a ejecutarlos. Muestra de ello es Castañeda Lossio, Alcalde de Lima.
Razón por la cual el problema de la miseria del país no es científico, ni técnico, ni profesional. Es enteramente político. Necesitamos políticos que, no solo tengan un programa, sino que se preocupen en aplicarlo realmente. Estamos seguros que el peor programa, aplicado de principio a fin, da resultados.
Pero, ¿los políticos que tenemos serán capaces de aplicar algún programa?. Ciertamente, NO. Puesto que estos tipos, desprovistos de escrúpulos y con el bolsillo hondo, sólo dominan el fácil arte de embaucar a personas desesperadas.
Además, lo que el político siempre hace es devolver favores, de manera que a sus amigos, a los que le han ayudado a lograr su puesto o a los que quiere pagar alguna deuda, los coloca en lugares para los que ni siquiera están calificados.
Por su parte, el funcionario llega a ocupar su cargo con un grupo de ayayeros y/o familiares. Ellos encarpetan los proyectos y rompen con la continuidad en la ejecución de algún otro, pues pretenden iniciar de cero su trabajo que, para colmo de males, no dura mucho.
Esto es la tragedia del Perú: sus POLÍTICOS, desprovistos de escrúpulos y con el bolsillo hondo, que no saben nada de política realmente. Ahora ya están en campaña otra vez. Están acudiendo a los barrios pobres a embaucar a gente desesperada.
La actuación se vuelve a repetir otra vez. Ya se los ve comer en los barrios y bailar con la gente, comidas que luego vomitan y bailes que detestan. ¡El cholo no se salva!... otra patada más, ¿importa?.
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