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Psicosociales

Estamos cansados de fracasos, mentiras y robos

Estamos cansados de fracasos, mentiras y robos

Es una expresión que está en la boca de los peruanos, pero mientras unos sólo lo piensan o lo dicen a media voz, otros pasan a la acción, y estos últimos son muchos y siguen creciendo.

Es por ello que no nos sorprende lo sucedido con los hinchas del club Alianza Lima. Esto se veía llegar; sólo era cuestión de tiempo. Pues nuestra gente, efectivamente, parece estar cansada de fracasos, mentiras, robos y tantos otros desengaños que por siglos han formado parte de nuestra vida.

La situación es preocupante, sin lugar a dudas. En el año 2002, según informe del Ministerio de Interior se han registrado 5132 acciones de protestas entre paros, huelgas, bloqueos de carreteras y vías públicas, marchas, toma de locales, invasiones, etc., y la gran mayoría de estas fueron motivadas por el incumplimiento de promesas hechas por políticos.

La Defensoría del Pueblo, en el año 2004, ha registrado cerca de 600 conflictos entre pobladores y sus autoridades. De estos son cerca de 500 las alcaldías que fueron duramente cuestionadas por sus pobladores; muchas de ellas tomadas y sus autoridades expulsadas.

Un alcalde terminó muerto por la muchedumbre enardecida que reclamaba eficiencia y, sobre todo, transparencia y honestidad. Gracias a este lamentable hecho, se pudo conocer que existían al interior del Perú pueblos tan pobres y sedientos de justicia como Ilave, Puno.

En lo que va del año, si tomamos en cuenta la proyección estadística, es probable que ya sucedieron cerca de un centenar de acciones e intentos similares.

Además, en la misma metrópoli limeña se están replicando sucesos que hasta hace poco sólo sucedían en lugares muy apartados del Perú oficial, a los que se solía etiquetar de poco civilizados. Sin embargo, estos actos que cuestionan directamente todo un estado de derecho, están produciéndose, literalmente, a la vuelta de la esquina.

La población se está defendiendo de malhechores y criminales ejerciendo la justicia con sus propias manos. En el año 2004 se produjeron gran cantidad de linchamientos, y en lo que va de este año, ya son casi una decena de actos.

La gente ya no confía en la policía; cada vez le ve más incapaz de garantizar seguridad y, peor aún, tampoco confía en sus jueces. Es conocido que los policías en muchos casos se coluden con la delincuencia, hacen caso omiso a los pedidos de los pobladores, bien sea por corrupción o por falta de medios para combatir esas lacras.

Por su parte, el Poder Judicial se ha hecho merecedora de la condena popular por ser una de las instituciones menos confiables del país; pues ya no sorprende sus escandalosos fallos ni es raro que condene a los que no tienen dinero para comprar una absolución a un juez barato.

La cosas están de mal en peor y, para colmo, esto seguirá agravándose. Así es que no sorprende lo que ha sucedido en los camerines aliancistas y, por tanto, sólo hay que esperar donde sucederá la próxima. Por eso Sport Boys ya está entrenando vigilado por tanquetas del ejército.

Sin lugar a dudas, los jugadores de Alianza Lima no merecen ese trato, así como no merecieron aquellos aliancistas que perdieron 7–1 frente al Cruceiro en la Copa Libertadores de 1974. Ellos no tienen la culpa, pues sólo muestran lo que son. El problema es, ¿quién contrata y pone en la cancha a tanto incapaz?.

Credibilidad en la web según Stanford

Credibilidad en la web según Stanford

Uno de los problemas más visibles en este entorno virtual es, sin lugar a dudas, la credibilidad de la información que publican los sitios web. Esto se ha intensificado en estos días por el aparecimiento de los web blogs. Nacidos como por generación espontánea estos espacios están provocando un verdadero alboroto en muchos aspectos del oficio más bullicioso del mundo, el periodismo.

La universidad de Stanford publicó un estudio sobre credibilidad en la web realizado en una muestra de 4500 personas, en un periodo de tres años. Aunque según los expertos el estudio es superficial, da muy buenos indicios sobre los cosas que se deben tener en cuenta al momento de construir un espacio web.

La pregunta básica fue ¿Qué hace que los usuarios crean en lo que publicamos en nuestro sitio?.

El resultado es de todas maneras interesante y por ser de interés para lo cibernautas lo ponemos a su disposición.

Directrices de Stanford para la credibilidad en la web

Facilitar la verificación de la veracidad de la información que contiene el sitio
Esto se logra incluyendo referencias a otros sitios, enlaces a los mismos, citar las referencias bibliográficas que correspondan, etc. Lo que sostienen es que aún cuando la gente no visite los links, uno estará demostrando confianza en la información publicada a través del contraste con otras referencias.

Demostrar que existe una organización real detrás del sitio
Obviamente que esto se aplica a organizaciones serias con o sin fines de lucro. Lo cual se traduce en la publicación de una dirección postal, teléfonos, fotos de las oficinas, distintas afiliaciones con cámaras de comercio, en definitiva cosas que den la sensación de que el sitio no es improvisado.

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RPP se renueva pero no aprende

RPP se renueva pero no aprende

Radio Programas del Perú, la emisora más importante del país, sin lugar a dudas, acaba de relanzar su web site.

El pasado fin de semana paralizó a los cibernautas que lo visitan con frecuencia. Como ya suponíamos, era para mejorar su espacio web que estaba algo desordenado y bastante lento.

El lunes apareció nuevamente con un renovado y más ordenado sitio que trata de emular a los mejores en su rama. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, este no ha logrado la suficiencia en lo que a funcionamiento se refiere.

La página sigue siendo lenta. Lo que falta es sin lugar a dudas utilizar los estilos CSS con mayor atrevimiento y disminuir el tamaño de las páginas.

Un error grave es trabajar una página sólo con INTERNET EXPLORER. En NETSCAPE no funciona correctamente, algunas secciones no se presentan de la misma manera en todos los navegadores.

Sólo en la página principal sucede el cambio notable: al final de la página, la tabla que presenta el tipo de cambio, rompe con todo el diseño y sale en un lugar menos esperado.

Otro error es que sus audios sólo se pueden escuchar en windows media, pues no hay opción para el real player.

CPN radio es otra emisora que tiene cobertura nacional. El sitio de esta emisora tiene muchos más defectos y es muy lenta. RPP mantiene el liderazgo, tiene visitas aseguradas y es el doble de rápida que CPN.

Periodistas, ¡en guardia!, los bloggers atacan

Periodistas, ¡en guardia!, los bloggers atacan

Con una tasa de crecimiento de 7,4 blogs por segundo, 12,000 diarios, 10,800 actualizaciones en una hora y una generación de 275,000 correos por día, los weblogs amenazan seriamente la manera tradicional de hacer periodismo.

De esto ya son concientes los medios de comunicación más importantes del mundo y muchos de ellos están adoptando medidas que van desde el intento de desacreditar la información que se publican en estas, hasta los que los han asumido plenamente.

Sin embargo, lo más notable es que los weblogs no sólo han llegado para quedarse, sino para cambiar esa forma parametrada de hacer periodismo. La proliferación de los bloggers es una respuesta a la propaganda mal intencionada, a los fraudes y la desinformación a la que nos tienen acostumbrados los dueños (o los que pretenden ser), del mundo.

Ya no más CNN’s, ni FOX’s, coludidas con el poder y la corrupción, la gente ahora tiene la oportunidad de decir las cosas tal como son y de acceder a información antes vedadas o censuradas, gracias a esta nueva herramienta.

Lo que los blogs están produciendo, además, en estos momentos es un desconcierto, pues empresarios y medios de comunicación no saben qué hacer con él ni cuál será su futuro. Inclusive los tribunales tampoco saben cómo proceder, puesto que son gente común y corriente que hacen uso de su libertar.

Muchos otros son periodistas de facto puesto que hacen entrevistas, informes y otros, lo cual implica que el periodista de carrera tiene que marcar la diferencia, una diferencia que tiene que ser de excelancia. ¡A correr Periodistas!

Erotismo vs Pornografía

Erotismo vs Pornografía

Hace mucho tiempo que tengo la inquietud de conocer que es lo que diferencia al erotismo de la pornografía. Mi búsqueda en extremo silenciosa, movida más por un afán de encubierta rebeldía, terminaba siempre en una confusión total, puesto que no encontraba un límite visible entre ambos.

Sin embargo, quedaba en mí la ligera sospecha de que erotismo y pornografía son la misma cosa; lo que los hace diferentes es el grado de censura que descansa en cada uno de los observadores, o sea, esa actitud, que la religión ayudó a formar, que nos hace negar el placer sexual, la belleza de un cuerpo desnudo, nuestros instintos y deseos naturales.

La historia de la humanidad nos muestra que las culturas antiguas no eran tan hipócritas, en cuanto a sexo, como nosotros. Las imágenes, esculturas, escritos y otros objetos que recrean escenas sexuales encontradas en China, India y otras dan cuenta de ello y, nuestros antepasados sudamericanos no se han quedado atrás.

En las culturas pre inca también se han descubierto gran cantidad de cerámicas que muestran las más expresivas escenas eróticas que han escandalizado a más de un puritano. Pero ¿se puede calificar a estas de pornográficas?, o en todo caso, ¿por qué podría decirse que no lo es?.

Una artículo bastante erudito referente al tema nos presentó Carlos Pérez Jara, en su estudio La pornografía, o el erotismo del otro, publicado en El Catoblepas • número 36 • febrero 2005 • página 18.

“Hablar de erotismo, como de pornografía, es algo absurdo en términos generales. El comportamiento del hombre es siempre demasiado maleable (dependiente de reglas específicas, tradiciones, leyes y conductas) como para que uno se convierta ahora en el juez supremo del Género Humano. Cada civilización ha albergado, como hoy alberga, ejemplos de ese llamado erotismo pornográfico cuya razón de ser se esconde, al margen de los estipulados estéticos y los análisis teóricos sobre este asunto, en el puro deseo animal, convertido por la sofisticación de la mente humana en una compleja estructura simbólica de apetencias propias...”

Les invito a leerlo en:
La Pornografía, o el erotismo del otro

El ciberespacio tiene sus propias reglas y requiere de pantallas verticales

El ciberespacio tiene sus propias reglas y requiere de pantallas verticales

El paso del mundo real al virtual ha seguido un camino que vale la pena analizarlo. Al principio (y creo que todavía no estamos tan lejos de ello), se quiso reproducir fielmente esa realidad a la que todos estábamos acostumbrados. Luego, o mejor dicho, poco a poco, se está descubriendo que este mundo virtual o ciberespacio tiene sus propias leyes y reglas que hacen diferente nuestra manera de mostrarnos e interrelacionarnos.

Esto ha sido particularmente notable en los diarios impresos tales como el New York Times o Le Monde, dos de los más importantes periódicos del mundo, cuyo site esta claramente influenciado por su versión impresa, tanto en composición como en su diseño.

Muchos de ellos tratan de reproducir fielmente la versión impresa, de manera que suelen colocar la imagen de su portada en su home de noticias. Resultado de esto es que han creado páginas muy pesadas y que dan una apariencia de llena total que lejos de invitar a la lectura espanta al lector.

Con el paso del tiempo algunos –menos los mencionados– han ido tomando conciencia de que este nuevo soporte tiene sus propias reglas e impone exigencias que no pueden dejarse de lado.

El New York Times se ve extremadamente lleno y Le Monde esta mucho más aún, además de los pop up’s que lo saturan demasiado. Sin embargo, ha habido diarios que en estos días han dado giros muy importantes como por ejemplo Clarín de Buenos Aires, que luego fue seguido por el Washingtonpost.

El problema es que ambos medios, al parecer, tienen todo su contenido en la primera página, esto no es lo más adecuado para el visitante común y corriente. Esto hace entrever que aún siguen atados a su versión impresa. El Clarín tiene la portada su versión impresa en la primera página de su site.

Pero este problema quizás haga plantear un pedido especial: que las pantallas estén dispuestas verticalmente. Esto no es una idea descabellada si consideramos que todos los sitios tienden a utilizar más de una pantalla en su página de inicio. Por ello, es mejor que hagamos el pedido a los grandes fabricantes.

Lo que pasa es que los genios de la computación empezaron ha hacer sus experimentos en sus equipos de televisión y, cuando ya lograron avances notables, no se fijaron en ese detalle, de manera que la TV nos legó la forma de su pantalla.
Ya es hora que otros sujetos, metiches como yo, hagan sus propios pedidos. Tengo dos solicitudes.

Señores de los diarios, el ciberespacio tiene sus propias reglas, no trasladen sus versiones impresas a sus sites; les recomiendo que vean la página de la BBC u otros medios que no han tenido versiones impresas, pues comprendieron mucho mejor al nuevo soporte.

Para los fabricantes de equipos de cómputo, por favor ya es hora que se pongan a trabajar en pantallas dispuestas verticalmente.

Un navegador centrado en el cibernauta: la ergonomía en la pantalla

Un navegador centrado en el cibernauta: la ergonomía en la pantalla

Un sencillo cambio en la ubicación de las herramientas de un navegador (Browser) como Internet Explorer o Nestcape puede causar una sensible revolución en la navegación en el ciberespacio. Pues la sensación de preferencia invade al cibernauta y el panorama real de navegación cambia notablemente a favor de este.

Se trata de un browser que, observando las necesidades del cibernauta, se orienta a lo que este busca, es decir, a la información. Con este ya no visualizamos en primera plana la marca del navegador sino el nombre del sitio al que se accede en busca de información.

Las herramientas, la barra de Menú y de Dirección se cambian de posición y se ponen en un segundo plano. Este efecto se logra cuando se los coloca en la sección inferior de la pantalla.

La pantalla ya no es propiedad de los ingenieros de sistemas, pues al salir del taller se expuso al mundo y con ello se ha prestado a las críticas de todos, profesionales o no. De manera que un psicólogo que es asiduo cibernauta lo que menos puede hacer es preguntarse como mejorar ese pequeño espacio comunicacional que los ingenieros complican y los comunicadores sociales saturan con información.

Entonces, una observación que saltó a la vista fue que las herramientas de los navegadores están dispuestas exactamente al revés de lo que nuestra anatomía y hábitos nos predisponen.

Primero, los elementos de interacción (links) están ubicados al lado izquierdo, lo cual está en contradicción con la propia ergonomía que han sido aplicados a los equipos de uso más cotidianos. Si observamos en un equipo de TV u Horno Microondas las teclas de acción y función están a la derecha. Esto, claro está, suponiendo que todos somos diestros.

Segundo, nuestros hábitos de escritura son de izquierda a derecha y el paseo visual que solemos realizar es en diagonal también en el mismo sentido. Sin embargo, la información que más nos interesa está colocada de derecha a izquierda y las herramientas del navegador sugieren que escribimos de abajo hacia arriba.

Propongo, entonces, en este navegador el cambio de ubicación de sus herramientas y de la información que se presenta en un sitio web. Todo este material debe ser presentado también conforme a las exigencias de nuestra anatomía y hábitos. El cambio puede parecer insignificante, pero los efectos son sutilmente impresionantes.

Para los zurdos quizás tendríamos que preparar páginas web y navegadores personalizables. Es decir, que tengan la opción de que el usuario invierta, en el navegador, la disposición de sus herramientas, bien sea hacia la derecha o izquierda. Claro que siempre en la parte inferior de la pantalla. Similarmente en las páginas, también el usuario debería personalizar la presentación de los elementos interactivos que suelen estar en la izquierda.

Bueno, es una idea. Está abierta a las críticas y aportes. 

'No podemos ni tenemos alternativa', una campaña psicosocial permanente

'No podemos ni tenemos alternativa', una campaña psicosocial permanente

Un mensaje que se repite hasta la saciedad en los medios de comunicación hablados, escritos y televisados es, sin lugar a dudas, que no podemos cambiar esta realidad con nuestros propios medios y ni siquiera tenemos la capacidad para visualizar o desarrollar una mejor alternativa. Por tanto, tenemos que seguir eligiendo entre el zorro y el cuervo, entre la hiena y el buitre para que dirija el destino del país, es decir, nuestro propio futuro.

La insistencia con que resuena en nuestros oídos y se descubre a los ojos este mensaje es realmente impresionante y tal es así que muchos ya se han creído el cuento. El sentimiento de incapacidad ha calado hondo en la sociedad peruana; pues la gente común, en su gran mayoría, se ha resignado a su suerte, y otros, también agobiados por ese sentir de frustración y desesperanza, se han alineado a algún cuestionado grupo, sacrificando con ello principios de vida y valores morales elementales.

Es decir, se ha producido ya el colapso de la esperanza y todo como resultado de esta campaña psicosocial permanente conducido o perpetrado por medios de comunicación que tienen graves deudas con el país, puesto que han contribuido a su ruina moral, sea por coludirse con la corrupción o mostrar su ignorancia.

Qué significa presentar en un programa televisivo, radial o escrito a un candidato. Fuera de la intención de subir su rating, mejorar su ventas o audiencia, está el hecho de que el programa presenta a su audiencia una alternativa, una opción que toda persona, como elector, tiene en su obligado camino a las ánforas electorales.

Entonces, ¿que se pretende cuando se presenta a uno de los candidatos más cuestionados del medio, que tiene una deplorable historia en la política peruana por sus acusaciones de corrupción y otros crímenes?. Naturalmente es presentarnos una alternativa y, además, nos pone en nuestra propia cara un mensaje inmovilizador, pues soterradamente nos dice que como no tenemos otra opción estamos obligados a tomarlo en cuenta e inclusive a elegirlo.

Estos medios, lejos de mostrar al público su capacidad para poder desarrollar una nueva opción a partir de su propio esfuerzo y propuesta, nos están diciendo que estamos condenados a vivir con esa lacra, con ese cáncer que consume nuestras entrañas. Esto es el mensaje que propagan día a día, lo cual no sólo ofenden nuestra dignidad, sino también, pretende hundirnos a todos en la desesperanza.

Pero, nos preguntamos ¿para qué tipo de sociedad es una opción la corrupción y el crimen?. Sin lugar a dudas, para sociedades totalmente enfermas, compuesta por instituciones y personas en quienes ha muerto la esperanza, ese deseo de luchar siempre por la afirmación de los principios universales e ideales humanos.

¿Es verdad que no tenemos opción ni capacidad para poder desarrollar propuestas nuevas?. Definitivamente que NO es cierto.
¿Tú que crees o qué piensas?

Refundar la política: ¿Utopía o Posibilidad?

Refundar la política: ¿Utopía o Posibilidad?

A todas luces, la escena política peruana se muestra repleta de prácticas corruptas que afectan no sólo la institucionalidad democrática del país sino también la viabilidad de nuestro proyecto nacional, si es que lo tenemos. Existe una brecha cada vez mayor entre Estado, Política y Sociedad. Nuestra clase política carece de visión de futuro, de competencias gerenciales innovadoras, de conocimiento de la realidad social, y recurren por compulsión al obsoleto repertorio del "político tradicional" que ha saturado al imaginario colectivo generando desidia, apatía y desesperanza, de ahí su elevado índice de desaprobación ante la opinión pública. La ineficacia, ineficiencia e inoperancia de la clase política peruana nos señala que es tiempo de refundar esta actividad, convirtiéndola en un ejercicio proactivo de elevado compromiso y sensibilidad social abocado al servicio de los excluidos de la historia.

La tendencia actual de las sociedades postmodernas y globalizadas es la incorporación de técnicos (llamémosle especialistas) a la actividad política. Es decir, que los "políticos de profesión" están en extinción. No soy creyente de los absolutos y para equilibrar la sobreproducción de tecnócratas, debemos apostar en simultáneo por la construcción de nuevos liderazgos sociales alternativos, que empoderen propuestas representativas y contribuyan al fortalecimiento de la relación Estado - sociedad civil.

El quebrantamiento del principio de autoridad, la ausencia de Estado, el crecimiento de las asimetrías e inequidades psicosociales, se han convertido en síntomas cardinales de una sociedad enferma en fase terminal. Para vivir en un Estado postmoderno y competitivo necesitamos una transformación cualitativa, que involucre la participación de la sociedad civil organizada, donde construyamos nuevos escenarios para el ejercicio de nuestra ciudadanía y aportemos en la lucha contra la pobreza y las prácticas corruptas, enemigos casi invencibles que enfrentamos con la esperanza de erradicarlos de nuestra historia.

Refundar la política puede ser entendido como una utopía o ilusión inalcanzable. Sin embargo, constituye un enorme desafío para quienes asumimos el pasivo de una herencia atávica con rasgos de caudillismo y clientelismo político, y estamos dispuestos a escribir una historia diferente e inédita. Qué duda cabe que el proyecto es legítimo y posible. ¿Qué esperamos?. (Por: Julio César Serna Cano)

A pesar de Internet, el libro no quedará en el olvido

A pesar de Internet, el libro no quedará en el olvido

Internet ha suscitado una gran cantidad de especulaciones desde variados puntos de vista. Tal como sucedió con la aparición de otros inventos se presentan ahora opiniones que anuncian la desaparición de productos, actividades y/o procesos que supuestamente supera. Cuando la televisión se hizo parte de nuestras vidas, se empezó a afirmar que condenaba al olvido al cine y, este, a la desaparición del teatro. Pero el tiempo nos ha demostrado lo contrario, pues no sólo se han mantenido, sino que siguen desarrollándose.

En relación a Internet se dice que esta matando a muchas otras actividades, aunque es probable que sea cierto, no es tanto como se ha anunciado. Quizás la víctima más notable es el cartero, que ya no está llegando a nuestras casas, pues el correo electrónico está dejándolo en el olvido, así como también está causando, probablemente, serios problemas a la filatelia. Si bien las estampillas de correo no han desaparecido aún, ha disminuido notablemente su impresión, similarmente, los otrora muy solicitados sobres y papeles para escribir las cartas, ahora ya no se ven con facilidad. Un sobre de estos es ahora una curiosidad para nuestros hijos; simplemente no lo conocen.

Otro condenado muy publicitado es el libro. Se dice que el formato digital lo ha sentenciado a muerte. Sin embargo, esto no deja de ser un sensacionalismo bárbaro. En primer lugar, es una gigantesca injusticia tratar de comparar Internet con un libro, ni siquiera con una biblioteca. Es como comparar una cometa con el concorde.

Pero, a pesar que sentimos que estamos cometiendo una injusticia, haremos la diferenciación, con el fin de poder visualizar las virtudes y los defectos de ambos.

Internet: Soporte: intangible; Amplitud: Vasta, desconocida; Forma: Texto, fotos, Vídeo, sonido; Relación: Bidireccional; Acceso: Dificultades; Condición: Destreza; Psicológica: Incertidumbre; Emocional: Intensidad; Posesión: Temporal; Portabilidad: Ajena; Manuabilidad: Indirecta.

Libro: Soporte: tangible; Amplitud: Limitada, conocida; Forma: Texto, fotos; Relación: Unidireccional; Acceso: fácil; Condición: novato; Psicológica: Certeza; Emocional: Tranquilidad; Posesión: Permanente; Portabilidad: Propia; Manuabilidad: Directa.

En conclusión, el libro seguirá viviendo, aunque el formato digital siga mejorando. La lectura de un libro produce menos cansancio que el formato digital, sobre todo por el brillo. También se hace parte de nuestro propio cuerpo, no sólo porque se puedes llevar a donde uno quiera, sino por que su manuabilidad produce un sentimiento de posesión total muy diferente al formato digital.

Los cargos son para gozarlos, no para sufrirlos

Los cargos son para gozarlos, no para sufrirlos

Esto parece ser el lema de muchas de nuestras autoridades. Los señores no se enteran de los disturbios y problemas en su sector hasta que alguien muere. Luego, tratan de limpiarse diciendo que la culpa lo tiene la gente violenta, el facismo humalista, la lucha de poder en los penales. ¿para qué están ellos entonces?. ¿No están para controlar la violencia, para imponer el orden?. ¿Los presos son los que dirigen los penales?.

Caso 1: Alcalde de ILAVE es asesinado por muchedumbre Ministro no se enteró de lo que pasaba hasta el día del asesinato que fue luego de 26 días de disturbios.
“Ministro del Interior, FERNANDO ROSPIGLIOSI, reafirmó que por ningún motivo renunciará al cargo pese a que en el Congreso se debatirá una moción de censura en su contra. Sobre el tema Ilave, manifestó que no se arrepentía de las acciones tomadas”. (RPP)..

Caso 2: Etnocaceristas toman comisaría en Andahuaylas y matan 4 policías. Ministro no se entero que una columna de ex militares bien armados se preparaba para tomar la camisaría.
“Ministro Javier Reátegui; "No veo el motivo para renunciar, para darle la victoria a Humala. Quien ha soliviantado al país es Humala, no olvidemos como mataron a los policías", declaró el ministro a CPN Radio.

Caso 3. Asesinato de testigo en penal. "Lamentablemente las medidas que se adoptaron se vulneraron porque mi personal se vulneró, por lo menos hay negligencia grave, sino es complicidad, eso lo están evaluando. Shushupe también contribuyó al resquebrajamiento de su seguridad al salir de modo permanente de su celda”. El jefe del INPE, Wilfredo Pedraza (RPP).

Caso 4: Motín en Cárcel. 5 Muertos. Un mes antes le informaron de posible reyerta. “El tráfico de drogas y armas es una realidad. En realidad no hay un motín contra la autoridad, sino un conflicto entre grupos de internos para asumir el control de uno u otro pabellón. Hay un conflicto de intereses”. El jefe del INPE, Wilfredo Pedraza, aseguró no sentirse responsable por los hechos arriba citados (El Comercio)”.

Caso 4: Motín en Cárcel. 5 Muertos. “La causa de la reyerta ha sido un problema de orden personal de los grupos de poder del penal”. Edilberto Helguera Pinares director de la Séptima Región PNP(El Comercio).

Caso 5. Motín en Cárcel. 5 Muertos. Ministro no habido. No sabe no opina (YO).

Por eso la gente esta haciendo justicia con sus propias manos. El 2004 se produjeron más de 600 intentos de linchamientos sólo en Lima. Asimismo en encuesta revelada por Apoyo, el 65% de la población considera que tiene derecho a tomar la justicia con sus propias manos (aunque sin llegar a matar). Este porcentaje se incrementa a menor nivel socioeconómico en donde llega a 79% en el E. Pero en el nivel A es también un alarmante 45%.

De forma similar, el 41% considera que sí hay delitos que justifican un linchamiento popular. Los principales son la violación de menores (83%), el robo (52%) y la corrupción (33%).

Si seguimos así pronto la gente linchará al presidente, sus ministros, sus jueces y otros. ¡Ganas no faltan!, dice Antauro Humala.

Espejo de lo visible y lo invisible del hombre y la sociedad

Espejo de lo visible y lo invisible del hombre y la sociedad

Internet, como todos los grandes inventos, ha sido también tomada por la humanidad y, toda sociedad que pretenda encaminarse hacia el desarrollo, no puede ignorar su potencial como herramienta de cambio que, sin lugar a dudas, es la de mayor impacto en la actualidad.

En este proceso de adopción o inclusión, Internet está sufriendo el embate de las virtudes y también de los más grandes defectos de la sociedad. Cada día con mayor fidelidad reproduce nuestro entorno y todo lo que está a nuestra vista. Sin embargo, pende sobre él una gran amenaza que ya se deja sentir con más fuerza. Esto es, que sus pistas están siendo invadidas por intenciones nada amistosas ni solidarias, sino que proceden del lado más negro de nuestra humanidad. Esto se multiplica diariamente aprovechando que Internet es tan potente para el bien como para el mal, para expresar solidaridad, como para la codicia y la mezquindad. Con esta herramienta la humanidad tiene la posibilidad de acceder y conocer lo que más quiere y necesita, pero también lo que más detesta, condena y pone en riesgo la vida: el crimen, el egoísmo, el terror y tantas otras lacras.

Cada vez es mayor la cantidad de virus que llegan al buzón de correo, se meten en nuestros equipos y destruyen documentos, hardware y software; asimismo, existe información que arremete en la vida del cibernauta sin permiso ni control; son los correos electrónicos no solicitados, que los especialistas llaman Spam, u otro tipo de información que viaja libremente por las líneas. Quién ha tenido una conexión a Internet, seguramente ya tuvo más de un encuentro con esta información dañina que llega sola o como inofensivo y hasta agradable mensaje de un amigo. De la noche a la mañana se ejecutan en nuestro ordenador pop up’s, páginas, banners u otros elementos que traen anuncios comerciales, o una invitación a visitar una dirección de pornografía o de cualquier cosa.

Al analizar estos correos que llegan como una solicitud, saludo, una invitación, un regalo de un amigo o conocido descubrimos que encierran la misma crueldad que nos trae una burla, una mentira, una estafa o una traición. De la misma manera que alguien irrumpe en tu domicilio sin tu autorización también irrumpen los correos que no solicitaste, los banners, o pop up’s que aparecen repentinamente ejecutándose en nuestro equipo.

Por otro lado, los llamados hackers están a la caza de oportunidades para burlar todo tipo de seguridad y meterse en una base de datos, en nuestra propia máquina y utilizar nuestros espacios para fines ajenos a los nuestros. En un apartado igualmente condenable están los sitios dedicados a la pornografía, prostitución así como fraudes diversos. Los ejemplos de esto sin innumerables.

Esta violencia que circula por las pistas cada vez más anchas de Internet se está incrementado dramáticamente. Y si seguimos así, pronto —si es que ya no lo hacemos—, estaremos gastando más dinero en protegernos de estos atentados e invasiones que en realizar trabajos productivos. Todo parece encaminarse hacia ello, pero tampoco se descarta un colapso permanente, como sucede con algunas aplicaciones o programas que son utilizados por todo el mundo.

Próximamente
La significación social y humana de la red de redes. Una ventana a lo conciente y lo inconsciente, al eros o al tanathos, a lo evidente y lo oculto...

Un ceño ofensivo, un gesto de dolor y un sitio en la historia

Un ceño ofensivo, un gesto de dolor y un sitio en la historia

Los medios de comunicación con su característica avidez habían desplegado todas sus fuerzas para cubrir las incidencias del evento que prometía las primicias más funestas. Pues el sobreanunciado paro del 14 de julio del 2004 había comenzado la noche anterior.

Todos nos preparamos para meternos en el lío desde nuestros respectivos espacios e ideas. Unos ensayando frases bonitas, acomodando palabras para construirse un memorable discurso, otros, con un sentimiento auténtico de postergación y olvido, preparaban sus gargantas para hacerse escuchar en la plaza; y tantos más, imaginándose escapes y desvíos para llegar sano y salvo al trabajo y así burlar una posible disminución en sus alicaidos salarios.

Pero no todos tuvieron tanta suerte. Los compañeros de Haya de la Torre expertos en artes de la agitación, esa misma noche, también hacían lo propio pero con poca fortuna. Pues habían pescado a más de uno repartiendo llantas viejas para que, al día siguiente, fueran quemadas en las vías públicas y, de esta manera, el paro tenga no sólo arengas y discursos grandilocuentes, sino también fuego y violencia.

En los gremios de trabajadores que convocaban la acción también se ultimaban detalles para asegurar una protesta histórica. En el local del sindicato de construcción civil se habían congregado un gran tumulto para apoyar a la Subcomisión de Contundencia, que etiquetaba los palos que cada uno de los agremiados portaría en la marcha hacia la plaza: palos de pino para los de a pie; de caoba para los jefes de obra y de cedro para los dirigentes de base.

En el Partido del Pueblo, todo estaba quedando como para incendiar Lima. El comité incendiario, que había camuflado casi medio centenar de llantas, estaba realizando algunos ensayos de prendido rápido del material sintético. Y en otro ambiente;

—Compañero Alan, yo quiero ir adelante— Jorge
—¿Sabes gritar arengas?—Alan
—Claro, eso es fácil—Jorge
—Bien, a ver, grítate una—Alan
—¡Aareengas!— Jorge.
—Jorgito, Jorgito, sigues como siempre. Tráeme esa bandera que tengo en mi oficina—
—¡Alán, yo también quiero ir adelante!—Mulder
—¡Sí, procura no parecer tan mulder—

Cuando rayaba el día, los medios de comunicación que se habían ubicado en lugares estratégicos, empezaron a transmitir las primeras imágenes que mostraban a muchas personas que se encaminaban a sus centros laborales. Por otro lado, la masa se iba congregando en los locales sindicales y, también, en el del partido de Haya de la Torre.

Una cámara puso otra vez al descubierto algo ya sospechado; las llantas salían de local y eran quemadas en plena avenida. Pero, luego, la negación. ¡Nosotros no hicimos nada!. ¡Nosotros no tenemos nada que ver con eso!. Pero las imágenes del vídeo estaban allí. Ellas no mienten.

Luego nos trasladamos a la Plaza 2 de Mayo, sitio de reunión de los trabajadores y algunos otros personajes ligados a la izquierda. La plaza estaba colmaba de trabajadores de varios sectores laborales, entre los que destacaban, los de construcción civil con su voz potente y decida, blandiendo palos e intenciones poco amigables. Por su parte, los líderes, conocidos y desconocidos, esperaban ansiosos su turno para subir al estrado, tomar el micro y dar vivas al paro; como celebrando el sueldo, pues son los únicos que ganan más, por horas perdidas en un paro.

La jornada de discursos comenzó y entonces las ya conocidas arengas que daban razón de la protesta. Desde el local de los compañeros sus bien alimentados líderes se disponían a partir en marcha por algunas calles para llegar finalmente a la histórica Plaza 2 de Mayo que los recibiría con cánticos y aplausos. Caminaron por Alfonso Ugarte, Venezuela, tomaron Gracilaso de la Vega y luego ingresaron a la Colmena.

La muchedumbre aprista apareció en la plaza y los ánimos de los trabajadores se encendió; el día se llenó de silbidos; el sonido de los golpes de palo e insultos, cruzaron los aires. Entonces, Alan, acostumbrado a esos trotes, siguió su camino hacia el estrado. Y entonces se escuchó,
—¡Compañero quiero subir!— Alan
—¿Compañero?, ¡Haga su cola señor!— Obrero
—¡Oye negro, soy el ex Presidente! — Alan
—¡Haga su cola señor ex Presidente! — Obrero
—¿dónde está la cola? ¡No hay nada de cola! —Alan
—¡Por eso le digo, haga su cola!—Obrero
—¡Usted me está tomando del pelo!—Alan
—¡No, de la cola!—Obrero
—¡Negro desgraciao, déjame subir; ese estrado es mío. Yo nací en él!—Alan
—¡Sí, pero la escalera es mía!—Obrero
—¡Me lo vas a pagar negro desgraciao! ¡VIVA el APRA!—Alan
—¡Pero que viva bien lejos!—Obrero

Luego, los compañeros muy frustrados y molestos, tuvieron que retirarse de la plaza y encaminarse nuevamente hacia el local de su partido. Las pifias, silbatinas y los golpes de los palos hacían el coro a la conocida arenga, ¡el APRA nunca muere!.

Refunfuñando caminaron sin rumbo, seguidos por una turba de reporteros que no se cansaban de disparar sus flashes, como celebrando el mal ajeno. Yo estaba con ellos. La calle era aprista, pero los silbidos apagaban sus voces, con lo cual aumentaba su ira. Más de un compañero que, notando el descontento, se acercaron al jefe para intentar tranquilizarlo, pero no lograron gran cosa.
Así, alguien que quiso ganarse un punto más que otros, trató de abrirle paso entre el espeso bosque de cámaras, curiosos y ayayeros. Seguidamente una secuencia de hechos que se han quedado grabados como emblema: alguien que se mete, con los brazos abiertos, para abrir camino; de tras de él, un seño fruncido, un gesto de esfuerzo e impacto; una sacudida, un gesto de dolor y un sitio en la historia.

Yo estuve sentado todo el tiempo frente a mi televisor, pero sentí la patada, como si fuera en mi propia posadera.

'Yo mismo soy'

'Yo mismo soy'

Con mucha frecuencia escuchamos decir a la gente frases o sentencias que expresan verdades irrefutables que describen modos de ser y de proceder que están bien arraigados en nuestra cultura. ‘Yo mismo soy’, es una de ellas, que, probablemente, muestra el júbilo del yo más íntimo al sabernos cerca a una oportunidad que esperamos tanto; es el salto alegre de un ego postergado que atisba una revancha o, tal vez, un inflado estado de ánimo que nos predispone a atrevernos a todo, a lidiar con lo que nos salga al frente.

No está mal, claro, puesto que una dotación importante de autoestima y de sabernos capaces, es indispensable en estos días. Sobre todo cuando vemos que muchos de nosotros estamos invadidos por inseguridad y falta de confianza; cualidades tan escasas en nuestro medio, pero de suma importancia actualmente en donde la alta competencia es la pauta de acción en todos los ámbitos de la vida.

El 'Yo mismo soy' está en cada uno de nosotros; es patrimonio de nuestro ser más íntimo. Sin embargo, poseer poco o mucho tiene sus consecuencias. Su exigua presencia inmoviliza y es probable que se termine sintiendo incapacidad para todo; su abundancia puede conducirnos a perder de vista la realidad, debido a que corremos el riesgo de ser incapaces de reconocer nuestras limitaciones o a desconocer que nuestra humana naturaleza nos pone barreras que no podemos sortearla sin la ayuda de nuestros semejantes u otros instrumentos, o sea caemos en la soberbia de creernos sabelotodo y puedelotodo; de forma que olvidamos, por ejemplo, que no podemos estar más que en un lugar a la vez y que, desde donde estamos, sólo podemos observar una pequeña parte de la realidad que nos rodea.

Ahora, el modo en que hacemos las cosas no surge de la nada, sino que está condicionada por cuestiones culturales y una situación socioeconómica concreta. Así, por ejemplo, si nos disponemos a hacer las veces de un carpintero, gasfitero o mecánico no es solamente por que hemos sido influidos por la moda del ‘hágalo usted mismo’, sino por que no tenemos la suficiente economía como para contratar un experto. Pero si todo quedara allí, no resultaría un problema puesto que estos son oficios menores con los que se solucionan reveses caseros.

El problema surge cuando este modo de obrar se generaliza, es decir, se actúa de la misma manera tanto en la casa como en el trabajo, en el quehacer hogareño como en el profesional. Así, vemos al ingeniero haciendo de médico o de abogado; al economista de químico o psicólogo y peor aún, decidiendo por ellos.

Este modo de obrar es bastante común en la sociedad peruana; en la casa y en la empresa; en todos los ámbitos de la vida. Una persona decide por todos sin apoyarse muchas veces en nada, no acepta sugerencia ni consulta a nadie. El que asume una jefatura pronto se cree Dios, el que sabe todo y puede todo; la oficina marcha bien cuando se ejecuta todo lo que el jefe cree que está bien, y nada se hace si no él no interviene, aunque sus consecuencias sean desastrosas.

Esto es dramáticamente evidente en el deporte. El entrenador se cree médico, psicólogo, gurú, padre y madre de sus pupilos: ‘él mismo es’ lo dice y hace; y quién no cambia de actitud ni ante sus más bochornosos fracasos; inclusive, trata de dirigir a los que observan un partido, es decir a los hinchas, periodistas, árbitros. Al uno le dice lo que debe mirar, al otro lo que informará y al otro que jugadas sancionará.

También lo vemos a diario en el periodismo, televisivo sobre todo; más de un relator de noticias se cree dueño de la verdad; da a sus comentarios y opiniones validez absoluta o se comporta como si fuera la verdad misma.

Pero es probablemente más preocupante cuando lo vemos en política, en la cual notamos su presencia desde hace muchos años. Cuándo el político habla de todo y en nombre de todos. Y trata de hacer creer a la gente que es él único capaz de gobernar el país.

Y esto se observa desde el momento en que el político entra en campaña electoral. El candidato dirige sus spots publicitarios, diseña sus afiches, sabe mucho de marketing, de la psicología del elector, se vuelve sociólogo, antropólogo, experto en imagen, hasta modisto. Además, cuando forma su lista, llama a quien sea, sin importarle quien es la persona que se une a su grupo. Justamente por que cree que él lo controlará, lo dirigirá y estará en todo. Así, ‘Yo mismo soy’, si no lo dice, lo hace; imagina que su sola presencia moviliza la honestidad, la fidelidad, la ciencia y el saber en todos sus seguidores. Se cree el Dios que salvará a la nación, solucionará sus problemas con un solo ademán y despertará la obediencia con una mirada; a sus seguidores educará con la sola intención y con un gesto el abogado será médico, el periodista ingeniero antropólogo, sociólogo, etc.

Con esta actitud Fujimori se unió a Montesinos, con las consecuencias que se conocen. La campaña electoral está cerca y, seguramente, habrá muchos ejemplos que nos ilustren. En anteriores elecciones esta actitud significó la caída de muchos. Los candidatos actuaron –y actúan aún– como si fueran dueños de alguna cualidad que les hace ser indiscutibles, indispensables, infalibles; se creen dueños de la mente de los miles de electores, quienes les han dado licencia para decir y hacer lo que quieran y que les perdonarán todo.

Pero la simple vanidad de la vida, la cultura del ‘Yo mismo soy’, no sirve para solucionar problemas concretos de una nación. La arrogancia, el sentimiento de superioridad echan por tierra todo plan de gobierno; ni siquiera la sola buena intención es suficiente. De forma que el problema de un candidato no es sólo su plan de gobierno sino que, antes de asumir poses de salvador o gran jefe, debería preocuparse por la gente que ejecutará dicho plan, en todos los niveles de acción. Ya que, si bien la historia enseña que hubo grandes líderes, hacemos notar que éstos no hubiesen sido tales sino se hubieran rodeado de gente tan valiosa como él; es decir, nunca un solo hombre gobernó o condujo un país; pues los que están de tras del líder, desde el más sencillo obrero, son los que deciden el éxito o el fracaso de toda empresa, por que, al final, él se convierte en flagelo de la masa actuante; ésta lo arrastra.

Finalmente, destacamos que la realidad actual exige profesionalismo total y completo; la alta competencia es la pauta de vida de este nuevo milenio, en donde el trabajo individual ha sido superado por el trabajo en equipo. Ahora, todos los ámbitos del quehacer humano reclaman formar equipos de trabajo interdisciplinarios — como dicen los entendidos— para abordar con eficiencia un problema presente; el que bebería estar formado por personas seleccionadas con sapiencia y minuciosidad, expertos en sus respectivas áreas de competencia y de honestidad comprobada. El siglo XXI ya no tolera más a los que se proclaman reyes ni dioses; sino que nos exige apostar por aquel que se muestra como un obrero más, dispuesto al arduo trabajo y a poner su ciencia, sus mejores oficios, su honestidad al servicio de una causa. Los retos de este nuevo siglo nos obligan a reorientar nuestra acción y disponernos a luchar con honestidad, emoción y consecuencia por la causa de todos: el Perú.

Lo que nos espera, desespera: ¿Gavillas tras Palacio?

Lo que nos espera, desespera: ¿Gavillas tras Palacio?

Una situación política saturada por denuncias de corrupción, encubrimientos, maquinaciones de todo tipo, sumados a asesinatos planificados ha generado un ambiente de total desconcierto y, consecuentemente, de desconfianza generalizada en los que nos representan y los medios de comunicación.

El presidente Toledo denunciado por falsificar firmas para inscribir a su partido y tratar de deshacerse de los testigos usando todo tipo de maña reñida con la buena práctica democrática y la honestidad. El denunciante, Rafel Rey, también denunciado por los mismos indicios de falsificación y compra de testigos. Los que están detrás y los de adelante, los que pagan para culpar, y los que tratan de desacreditarlos o desaparecerlos.

El FIM, el de cartas falsas al Papa, con su líder despeinado, de gestos obscenos y paseos intercontinentales; y el APRA del desastre económico, político y social de fines de los 80 y su líder salvado por la prescripción de su delito, que patea al que se mete en su camino. Fujimori –y su lugarteniente Montesinos y otros– que asoma sus narices desde su lejano Japón y que sigue mandando en poderosos ámbitos del estado y de las comunicaciones; otros, como el convertido en angelito Yehude Simóns; las liderezas del reciclaje como Lourdes Flores y Susana Villarán, que se unen al que venga y cambian de opinión y bote según la altura de las olas.

Y el señor Valentín Paniagua que tuvo la desdicha de conocer a un García Sayán que liberó a sus amigos de prisión; así como tantos otros que están casi sin aliento, puesto que ya se les acabó el rollo demagógico, nos pone en evidencia un futuro poco feliz del Perú.

La condena del país está más clara que nunca, no sólo por su pobreza material, si no por la precariedad moral de los que ostentan el poder político.

¿Qué hacer frente a eso?

Retraerse, esconderse, olvidarse, sublevarse, renegar o llorar nos conducirá a lo mismo. Necesitamos fundar una nueva opción, sí, todavía se puede, no sólo por que es posible, sino por que, como dicen, la esperanza es lo último que se pierde. Mientras tanto, parece ser, que tendremos que seguir escogiendo al menos malo. ¡Qué complicado, terrible tal vez!.

Filosofía de la vida cotidiana

Camarón que se duerme.... amanece en el chifa*

Si bien el cambio es inherente a la naturaleza, es su velocidad con que se produce lo que marca el ritmo de la sociedad y la percepción o no de su acaecimiento hace diferentes a los hombres de hoy. Unos ya ingresaron a ese torrente de cosas y entes, tangibles y abstractos que fluyen ininterrumpidamente con mayor velocidad que antes. Es decir, ya asumieron que el cambio es el suelo que pisamos y el aire que respiramos, y allí están construyendo sus vidas.

Mientras otros, que no son pocos, se resisten a ello, o no lo perciben. Persisten postrados como de espaldas o solamente miran estupefactos el tremendo río que, como observadores, ven que lo arrastra todo. Así dispuestos, se protegen para no ser arrastrados, pero también no logran ver nada claro; pues, como está en movimiento, todo lo ven difuso. Tampoco tienen el tiempo y el ánimo para pensar en otra cosa que no sea cómo protegerse del torrente. Ellos probablemente morirán protegiéndose. Otros concluirán que no les queda otra cosa que lanzarse al torrente, sólo allí cambiará su visión y podrán por fin empezar a construir su futuro, adecuándose a este ahora que cambia con mayor rapidez y violencia.

Sin embargo, no los culpemos de nada si no lo hacen, puesto que nuestro cerebro, por cuestiones socioculturales, está habituado a un ritmo de trabajo lento. Él se ha formado sobre esquemas sociales que han cambiado también lentamente. Debido a esto, la velocidad con que cambian las cosas en las cuales se basa la sociedad en general, todavía no puede ser procesada adecuadamente por el cerebro humano, razón por la cual, con frecuencia nos encontramos ante situaciones que nos hacen sentir inútiles. Si este sentir de inutilidad te paralizará, te hace huir o renegar, lamentablemente, ¡YA FUISTE!, –dicen los chicos de hoy. Pues vuestra incapacidad de adecuarte a los cambios o de luchar para comprenderlos o aprehenderlos te ha condenado.

Estos cambios que han subvertido los esquemas mentales y sociales sobre los cuales habíamos construido nuestra vida; esas estructuras fijas que son el soporte de todas nuestras representaciones del mundo y de la sociedad, a partir de las que construimos principios, valores, ideales, etc., ahora se reconstruyen cada día con nuevos materiales o elementos. Esto es algo que no lo podemos negar. Y así se están reconstruyendo nuevos valores, ideales, nuevas concepciones de la vida y la sociedad, que no son necesariamente mejores. También lo sabemos.

La Eficiencia y Velocidad

La sociedad actual te exige eficiencia y velocidad. Camarón que se duerme se le lleva la corriente, se decía hasta hace poco. Ahora con toda seguridad decimos, Camarón que se duerme, amanece en el chifa. Es decir, si no vives al ritmo de esa corriente, no te quedas rezagado, sino simplemente desapareces o mueres.

Ahora se selecciona, ya no se capacita. Los dueños del mundo seleccionan a los eficientes y veloces. Los inquilinos del mundo se capacitan, se adiestran, luchan arduamente para ser seleccionables. En el mundo de los ricos, se conoce muy bien estas dos posturas. Unos seleccionan y otros se capacitan y se adiestran. En el mundo de los pobres, se cree todavía que los dueños del mundo van a capacitarles, para seleccionarlos más tarde. Pues no comprenden que la Eficiencia y Velocidad, como filosofía, no permite perder tiempo ni menos aún dinero. En capacitar se invierte tiempo y dinero; y eso es lo que, según ellos, siempre escasea. ¡No tengo tiempo ni dinero para eso!, lo escuchamos hasta la saciedad.

Así las cosas, estamos condenados a vérnoslo solos; solos con nuestra individualidad que sucumbe indefensa ante los que seleccionan. Y ¿Quiénes seleccionan?, las organizaciones. Un tipo de organizaciones, dueñas del mundo, claro. ¿Quiénes se capacitan? los individuos, dueños de sus miserias. Pero, afortunadamente, también es posible juntar individuos y formar una organización. Organizaciones de la esperanza.

Mientras esto no suceda, estaremos bajo la tiranía de la eficiencia y la velocidad. Y estas cualidades no son propia de la raza humana, así es que estamos condenados –como ya esta sucediendo hace mucho–, a ser reemplazados por las máquinas, o en el mejor de los casos, a ser semihumanos, infrahumanos o algo parecido. Es decir, a aceptar una situación desventajosa o denigrante, para tener algo con qué llenarte el estómago.

La nueva bondad
La nueva bondad es permitirte vivir. Así los más bondadosos dueños del mundo te mantienen vivo por piedad, te soportan por lástima. Un sueldo precario, un subempleo son los indicadores más locuaces. Los hay aquí y allá. En el nuevo mundo lo hubo desde siempre; en el viejo ya es una preocupación.

Los más normales dueños del mundo, simplemente, no te admiten; te mandan sin rodeos al saco de los marginados, olvidados o excluidos; para ello han inventado un montón de frases que suenan bonitas: Países en desarrollo, es la más conocida. Y quizás hayas escuchado algo como: “Uno de estos días te llamo”; “Creo que necesitas descanso”; “Tómate unas vacaciones”; “Tu mereces algo mejor”, “Eres demasiado para el puesto”; son los más cotidianos...

Continuará..

Post Data:Nada de lo que digo es lo que creo, tan sólo es lo que observo o, en todo caso, lo que creo observar.

Chifa: restaurante chino.

La magia del fútbol peruano

La magia del fútbol peruano

Es el fútbol un medio en donde no sólo se expresa la precariedad de nuestros jugadores, sino también la de las políticas públicas así como la pobreza metodológica de nuestros profesionales.

Al parecer aún estamos en una etapa de desarrollo precientífico, puesto que el pensamiento mágico domina esta disciplina deportiva. Por un lado, nuestros futbolistas prefieren encomendarse a todos los santos, antes que entrenar ardua y disciplinadamente. Sólo vasta observar a los miembros de uno de los clubes más populares del país en la procesión de octubre o visitar las instalaciones del estadio en donde nadie sale a la cancha si no se encomienda al venerado Cristo Morado que espera en una capilla. Pues nuestros más fotografiados futbolistas parece que han olvidado que Dios no ha diseñado la vida para que unos ganen y otros pierdan. Es decir, le piden al Señor, algo que de ninguna manera hará, favorecer a unos y hacer lo contrario a otros. En el fútbol los hombres están solos con su humanidad, él quizás mira pero no interviene.

Por otro lado, están los entrenadores de fútbol que cortos de imaginación, capacidad y conocimientos, recurren a la superstición para cubrir su desesperación. Los más avezados recurren a la arenga guerrera para alentar o motivar a sus dirigidos, es decir creen que el fútbol es solamente “huevos” y los envían a repartir golpes a todo lo que se mueve en su contra. No faltan por supuesto quienes culpan a todos de sus fracasos: el mal tiempo, el pésimo estado de la cancha, el público hostil y, como chivo espiatorio de todos, el árbitro; este casi siempre está vendido al rival, cuando se pierde, claro.

Otro grupo bastante peculiar es el de los dirigentes. Los más ilustrados, para colmo de males, creen que el fútbol es hereditario. Con este rollo, trajeron a nuestras canchas al hermano de Diego Maradona, y en estos días el otro hermano, Barros Schelotto. También pusieron en el gramado al hijo del Cholo Sotíl, de Teófilo Cubillas, de César Uribe, y otros hijos. Los más romos de cerebro aplican a raja tabla aquella frase que declara que “la clase nunca muere”, con lo cual traen a aquellos que están quemando sus últimas balas. Finalmente los más cínicos son los mercaderes del fútbol. Ellos traen a cualquier extranjero sólo para cobrar por su pase; estos también arreglan partidos y se hacen los ciegos, sordos y casi nunca saben nada de lo que pasa en sus predios.

Para concluir, una pequeña reflexión adicional. En nuestro fútbol hay un buen número de clubes profesionales que proceden de universidades y es curioso, o sintomático, que ninguno de ellos aplica metodología científica para realizar su actividad deportiva. ¿Los Leones de la Universidad de San Marcos, hará lo mismo que los otros?.

Internet: lazos de una comunidad universal

Internet: lazos de una comunidad universal

Internet se ha convertido en estos días en una fuente de posibilidades de la que no se puede avizorar un límite. El ciberespacio, cada vez más vasto y accesible, está instaurándose en nuestra mente y, poco a poco, se está haciendo parte esencial de nuestras vidas. Su impacto es de gran trascendencia y se desconoce aún de qué manera está afectando nuestras vidas, que aspectos de ella se ven potenciadas y qué se verán relegadas.

Pero de lo que sí estamos seguros es que está cambiando el significado del ser y el no ser, puesto que está modificando nuestros valores, conceptos del mundo, del espacio, del tiempo, de las relaciones humanas, etc., todo lo cual, de todas maneras, nos conducirá a una situación muy diferente de lo que hoy conocemos.

En nuestro país hay cabinas de Internet en todas partes, sus herramientas cada vez más potentes y su facilidad de uso son su gran virtud, hecho que lo ha convertido en la diosa de cristal a la cual acude toda persona que busca información o desea comunicarse de manera fácil, rápida y económica.

En el terreno profesional su impacto es profundo y probablemente sea mucho más sensible aún. Pues el que ignore sus conceptos y procedimientos elementales corre el riesgo de ser rebajado en su condición y, en la práctica, quedar al margen de la competencia, es decir, que sea relegado de toda posibilidad de incluirse en el mercado laboral e inclusive en la vida social.

Si hasta hace un año, desconocer lo básico de la computación significaba ser analfabeto, ahora ignorar Internet, ser incapaz de navegar o manejar un correo electrónico, es algo así como no existir, no haber nacido. Tener un correo electrónico no es solamente poseer un buzón electrónico, sino también tener una identidad, una partida de nacimiento en el ciberespacio, con lo cual nos construimos un camino al ahora y una ventana al mundo.

Esta tecnología nos arranca del barrio, pueblo o nuestra ciudad, pues ahora más que nunca nos hacemos concientes de que somos ciudadanos del mundo y que tenemos derechos, virtudes y defectos como tantos otros seres que viven a distancias tan grandes, pero que sufren y persiguen cosas, ideales y sueños tanto como nosotros.

Internet ha abierto caminos, hasta hace poco inimaginados, ha ayudado a derribar muros, bloqueos y olvidos. Está uniéndonos con nuestros pares en la solidaridad, así como uniendo esfuerzos en la búsqueda de lo imposible: la paz, la justicia, la afirmación de la vida y los valores, así como la universalización de los derechos humanos. Nos está ayudando a crear la gran comunidad universal. Esto quizás sea su mayor virtud.

Hildebrandt y la ilusión de la neutralidad

Señor César Hildebrandt, confieso que soy uno de los asiduos seguidores de su programa. Me impresiona su agudeza e inteligencia, sin embargo, me molesta ese carácter (muy peruano) indulgente y perdonador, que muestra en algunas de sus entrevistas. Ello crea confusión, pues no nos deja ver con claridad para quien trabaja realmente; y, por otro lado, le muestra como tonto, como la gran mayoría de nuestros connacionales.
Probablemente usted diga que no trabaja para nadie, sin embargo, esa postura, si bien nos crea la saludable (psicológicamente) ilusión de ser independientes, en los hechos nos hace ser realmente tontos. Pues, querramos o no, de todas maneras, somos útiles a alguien; sólo que casi siempre es preferible, y también saludable tal vez, no tener conciencia de ello.
Proyectar un reportaje fundamentado en base a hechos, contundente y comprometedor para el señor Camet (ex ministro fujimorista) y luego invitar a su hija a declarar, es verdaderamente un hecho de tontos.
¿Qué esperó escuchar de la hija del comprometido Camet?. ¿Que su papá es culpable?. Por supuesto que su papi es INOCENTE para ella y para todos sus hermanos y familiares. Lo supo desde mucho antes, pero de todas maneras lo invitó a declarar y a expresar lo que pensaba de las acusaciones.
¿Y por qué lo hizo?. ¿Por tonto? No. Por comodín y calculador, tampoco. No creo que usted esté esperando que algún día pueda necesitar de él (aunque no todo esta dicho en la vida, no creo que esperes pedirle un trabajito algún día). ¿Por pretender ser neutro?. No creo. Pretender ser neutro es ser completamente tonto (y hasta estúpido), ya que en aras de esa neutralidad te olvidas de ver a quién realmente sirve tu trabajo. El periodismo y el trabajo del periodista no será neutro nunca, sobre todo en medio de personas que tienen muchos intereses. Si insistes en ser neutro sólo lograrás ser un TONTO ÚTIL.
Entonces, ¿porqué?. Al parecer, por que ese yo emocional tan activo y efervescente necesita sentirse seguro de que no es cruel y malvado. Eso es natural y bueno en algunas cosas, pero no cuando se trata de mostrar culpas ajenas, pues logran confundirnos. Ya que nos hace creer inconscientemente que estamos condenando a la gente. La razón sabe que los hechos condenan a alguien y no las opiniones de los demás.
Finalmente, Camet (como los Schutz, Delgado Parker, Fujimori) se avizora culpable no porque Hildebrandt lo diga, sino por que los hechos lo demuestran. Así es que tomemos partido por los intereses nacionales y trabajemos concientemente por ellos. No hay que dar tribuna a los que han destruido la moral de más de una generación y han contribuido al deplorable espectáculo de la inmundicia política. (Setiembre de 2003).

Presentación

En este espacio se exponen puntos de vista en relación a ciertos aspectos de la realidad nacional, que no necesariamente son diferentes a lo que el común de la gente piensa o ha observado en su quehacer cotidiano como simple ciudadano del Perú. Pero sí creemos que será diferente a lo que dicen los grupos de poder oficiales y no oficiales, y todos aquellos que persiguen algún interés particular y pretenden que sus opiniones y/o acciones sean tomadas como paradigmas de corrección y sabiduría.

No pretendo que estos puntos de vista sean tomados en cuenta ni que se conviertan en parámetros para algún tipo de acción, sino son solamente ejercicios racionales que buscan, además de expresar un punto de vista, limpiar la conciencia del autor y, sobre todo, mantenerla saludable.

Sobre todo Saludable. Pues no solo se trata de hablar sino de no callar. Por que callar implica participar de la corrupción, apañar la delincuencia, contribuir a la destrucción moral del país y ayudar a perennizar la miseria, es decir, callar implica, en este contexto en que vivimos, ser parte activa del cáncer que degenera nuestra mente, envilece el cuerpo y degrada la sociedad.

Por eso aquí no nos quedaremos con la boca cerrada, ni por cuestiones laborales, amicales, filiaciones políticas ni por interés personal o particular ni muchos menos por temores o amenazas.

Los que vivimos en el país hemos constatado con espanto que la corrupción ha rebasado todos los límites imaginados. Ella y sus actores directos han hecho leña de nuestra esperanzas, así como de nuestras más justicieras aspiraciones. La realidad actual exige que nos comprometamos con algo o alguien, que hablemos fuerte y claro, pero también que escuchemos y que exijamos a los que dicen o hacen algo compromisos firmes con los más altos valores e ideales humanos: el derecho a la vida, la libertad, la dignidad, la justicia, la paz. Por supuesto, que esas exigencias tienen que estar dentro de los límites de la democracia y con las herramientas que ella nos facilita: el debate, la crítica la exposición libre y voluntaria de criterios, opiniones y creencias.

Aquí nos opondremos a la injusticia, el crimen, la corrupción más allá de toda consideración amical, partidaria o de cualesquier otra índole.

Hablaremos de política, economía, deportes, cultura, ciencia. etc. No con el afán de darnos a conocer como sabelotodo, sino por que el ejercicio más auténtico de la democracia exige que la gente común y corriente diga, exprese su punto de vista en cualesquiera de los temas de su interés y, los otros, si bien no están obligados a escuchar, si tienen la obligación de no reprimirlos, de no callar sus voces ni mancillar su honor solo por el hecho de pensar y creer en algo diferente. ¡Bienvenido!